Su aparición en el cielo como un haz luminoso siempre nos genera una impresión que, en muchos, se traduce en miedo. Son los rayos, asociados a las tormentas atmosféricas que suelen presentarse en la temporada de lluvia.
Como fenómeno meteorológico, los rayos son una descarga eléctrica atmosférica que se produce entre las nubes, el aire y la tierra y que tiene su origen en la fricción que se da entre las partículas de hielo, agua y granizo de una misma nube.
Esa fricción libera cargas de potencial eléctrico que se estima entre los 100 millones a los 1000 millones de voltios, de acuerdo con algunos investigadores. De ahí la alta peligrosidad de estos eventos, tanto para la persona como para los aparatos eléctricos que tenemos.
Te explicamos:
Cuando cae un rayo, su energía viaja a través de las redes eléctricas intentando aterrizar. Su alta tensión entra por los conductores neutros y llega a la vivienda y, si en ese preciso momento alguien está conectando un electrodoméstico, el desenlace puede ser fatal.
Igualmente, los equipos que estén conectados y reciban la descarga resultarán afectados por el alto voltaje.
Para prevenir daños, se recomienda no conectar aparatos electrónicos en momentos de tormenta.
También es importante que la instalación eléctrica de tu casa o negocio cuente con un sistema de aterrizaje que ayuda a minimizar los efectos, al conducir la energía hacia la tierra.
Puedes verificar el plano eléctrico o consultar con tu electricista de confianza para asegurarte de que tengas estos sistemas y, en caso negativo, proceder a su instalación.
Si hay tormenta, recuerda:
Vivimos en un país tropical, lo que significa que estamos expuestos a lluvias frecuentes y a la temporada ciclónica cada año. En estos periodos es fundamental adoptar medidas de precaución para evitar accidentes eléctricos, pero también prepararnos para el impacto que el clima puede ocasionar en el suministro de energía.